viernes, 25 de octubre de 2013

Torres del Paine

En Puerto Natales me alojé a la primera en Don Guillermo por 12000 pesos, unos 16 euros con desayuno.
Nuevo y en muy buenas condiciones. Puerto Natales ha sufrido un aumento importante por las Torres del Paine que atrae actualmente a la mayor cantidad de turistas de Sudamerica en comparación con otros sitios.
Está todo llenos de Hoteles y restaurantes pese a ser un sitio desolado al lado de la bahía de una de las entradas por los canales patagónicos. Me informé sobre las Torres y contraté dos noches en refugios ya que iba con la "casa" encima y eso que había dejado en Puerto Montt en casa de doña Graciela la mochila pequeña llena de cosas que no iba a utilizar en un tiempo.
Me dijeron que el recorrido entero alrededor de las Torres no estaba abierto por el tema de la nieve ya que todavía es pronto y se abre para noviembre, por eso me planteé hacer la W, o sea subir a ver las torres, subir a ver el circo desde el mirador británico y subir a ver el glacial del campo de hielo sur. Aunque este último no lo hice.
Todo muy caro y preparado para la el turismo de montaña. Casi todos estranjeros y los refugios son lodges con todo al morro. También había la opción de ir en tienda alquilada con saco y comida, que sería la mejor opción, pero con todo lo que tenía que llevar encima me dije que nones aunque pasé envidia de la gente que iba así.
Llegar al primer refugio Las Torres hacia las 10 y para las once estaba andado para ver el aardecer de las Torres, que marcaba como cuatro horas pasadas de ida. Al principio con aire frío en la cara me pareció un poco tosco ya que la montaña no se dejaba ver y por un camino muy trillado con gente subiendo y bajando, pero no mucha. Una vez que se entra en el valle de subida ya es otra cosa. Se empieza a ver glaciales pequeños, torrenteras, bosque junto al río y se llega al refugio Chileno. Hasta allí se puede ir con caballo no sin pasar por algún sitio jodido. El bosque precioso  con un arbolado y vegetación únicas, según dicen. Tienes fotos por todos los lados. Arriba a unos 750 metro de desnivel se encuentra un lugar de acampada y ya de allí para arriba al mirador sobre el lago que forma la desembocadura del glacial de las Torres, que aunque no son las más altas ni las únicas son las más verticales. Cuando llegué me parecieron las Dolomitas, las tres cimas de Lavaredo, que he visto en fotografías. Sus formas han sido construidas a través de las glaciaciones con derrumbamientos claramente marcados de sus partes con roca más blanda comglomerado, dando lugar a este espectáculo de la Naturaleza, autentica artista de la cual somos unos privilegiados de comtemplarla.
Allí me quedè una hora de reloj ya que había aparecido el Sol y como pocas veces se podían comtemplar. Además había subido a toda leche para que me daría tiempo de llegar a  la cena, haciendo la ida y la vuelta sólo en seis horas.
A la noche, después de una buena ducha, habían llegado a la habitación tres brasileños, un padre con su hijo y un amigo de éste. Cojonudos. El padre muy abierto le canté un par de canciones para empezar relacionadas con su nombre y con la ciudad de Pelotas en Brasil. Les invité a unas cervezas y estubimos charlando ampliamente juntandose también un joven estadounidense muy majo. Después de cenar nos tomamos un "digestivo" que había traido de Salta y que lo había comprado precisamente para comparirlo en un refugio. Y así fué.
Ellos iban a hacer otro trayecto o sea que fuí siguiendo el plan de trekking hasta Los Cuernos, el otro refugio contratado. Como quiera que llegué pronto hice la misma jugada del día anterior. Dejé la mayor parte del peso de la mochila y fuí escopeteado para el Mirador Británico con un desnivel de unos 850 metros, como el día anterior. En ésta ocasión no creía que me iba a dar tiempo, pero me sobró. Vi otro atardecer buenísimo apareciendo el Sol cuando llegué. Un valle nevado rodeado de picos, torres y con sus correspondientes glaciales a veces colgantes; una vegetación y unos árboles sufridos, muchos caidos de viejos, en un paraje no apto para la vida y sin embargo ahí están. A la bajada paré en la acampada Italiana y, como en la Chilena del día anterior la gente montaba sus tiendas.
Ya el tercer día decidí llegar al catamarán de vuelta desde el refugio Torre Grande aunque tenía que marchar a buen ritmo para tomarlo. Dejé el Valle Francés de ver aunque dicen que es muy bonito. Tenía agujetas de las marchas y ya había visto suficientes glaciales. Desde el catamarán fué un espectaculo ver el conjunto de la cordillera con sus torres y glaciales a cierta distandia pero ya no tenía batería para la cámara.
Sin embargo en la retina no se borran nunca.
De vuelta a Puerto Natales pensaba descansar esa noche pero se me han cruzado los cables y he tomado el bus para Punta Arenas, la puerta a Tierra de fuego y quien sabe más lejos..........



Travesía en barco

Cuatro días y tres noches navegando por la Patagonia y el pacifico. Fuè fascinante. Salimos de Puerto Montt con un Ferri que no cabía casi por la ría donde está el muelle, de mas de cien metros de largo, el Amadeo I . La mayor parte de los pasajeros eran trabajadores que llevaban la carga al sur para evitar el transito por tierra por Argentina, eran unos 30 de los 40 que íbamos.
En un camarote pequeño de seis nos albergamos, con un baño. Màs vale que los camioneros se fueron a dormir a sus camiones y nos dejaron más sitio. Es la primero travesçia tan larga que hago en mi vida y la estaba deseando. Nos despedimos con sol pero poco a poco el tiempo fué cambiando tornandose lluvioso.
Toda la costa de las dos partes, la continental y las islas se veían con barcos que pasaban como si fuera una carretera hasta que llegó el paso por los canales y la salida al pacífico donde la mar ya era brava. La primera noche bastante bien la pasé proque apenas se notaba el oleaje, pero la segunda no hubo manera de dormir porque nos tocó la entrada de nuevo en el golfo y es allí donde los vientos pegan muy fuertes y me tenía que agarrar al camastro para no caerme.
Los camioneros que ya habían pasado en otras ocasiones decían que eso no era nada; que otras veces había sido más fuerte. Uno me contó que en el 2005 el barco estubo a punto de zozobrar llegando a los 42º de inclinación y que si hubiera llegado a los 45º no la hubiesen contado. Estubieron 5 días esperando la mejora del tiempo y como se quedaron sin combustible tubieron que ir a recalar a otro puerto. Los camiones se desataron dandose tumboas unos con otros. En fin, que la gente hasta rezaba porque ya les habían ordenado ponerse los chalecos.
El amanecer del segundo dia fué expléndido. Caía agua nieve y estaban todos los montes hasta casi el mar nevado, pero era una gozada ver el espectáculo de pasar por los canales entre las islas vírgenes que probablemente no alla pisado el hombre por lo menos en el interior ya que están con una vegetación dificil de entrar. Viendo todo tipo de bichos, sean aves, a veces ballenas, a veces delfines. Ensimismado me quedaba mirando a refugio detrás del puente donde la llovizna no me caía. Y cuando me quedaba helado iba la comedor salón y ahí fuimos comunicandonos todos hasta conocernos y haciendo bastante camaradería. Además subí al barco algo de bebida para compartir con los que me hice más colegas.
Paramos en Puerto Edén, donde trajeron en barcas algún pasajero y algo de pesca. Es un puerto solitario en la ruta donde vive muy poca gente pero es estratégico por eso tienen un puesto de carabineros. Es allí donde viven los dos últimos sobrevivientes ya mayores de una etnia ya extinguida.
El último día pasnado por un angosto que no había más de cien metros entre las orillas con curvas incluidas divisamos varioas cóndores que al parecer tienen sus nidos.
Hasta ahora ha sido la mejor experiencia que he tenido. Hacerla en esta época ha sido un acierto ya que es más auténtico, y además la convivencia con la gente ha sidó muy buena terminando en un plan cojonudo
En Puerto Natales como siempre a buscarme la vida y preparando para ir a las Torres del Paine

jueves, 17 de octubre de 2013

Puerto Montt y Hornopiren

Lleguè a Puerto Montt y enseguida me alojé en casa de la señora Graciela. Su casa está en lo más viejo, pero me gustó, aunque a la noche hay que tener algo cuidado. Este sitio va a ser un punto de referencia para mi en lo sucesivo ya que a la vuelta de Hornopiren en los próximos días como a la vuelta de la Patagonia dentro de un mes vendrè acá para tomar el avión a Santiago y desde allí  de regreso para casa.
Casa de madera con baño compartido por 8 lukas o sea 12 euros, pero a gusto. No tenía el primer día leña partida y pasé un poco "fresco".
Por Puerto Montt bien. Lo elegí  porque es la puerta a la Patagonia. Sus calles llenas de gentío  que venden de todo en una mezcla de lo popular con la modernidad. También acá se nota un pasado más vigoroso pero ante todo es donde se concentran  las actividades de la región. Aquí parten los buques a las tierras menos accesibles por tierra del sur de Chile. Gran parte de las orillas del mar y de los fiordos están  con piscinas para la cría de salmones que se exportan mayormente a Japón. Es el "Oro" del Sur y la pesca  que junto a las eléctricas son las actividades más importantes. Antes también lo era la madera de Alerce; ahora está protegida.
Me tocó pasar el día de la "Hispanidad" y no se veía a nadie por las calles hasta el mediodía. Parece ser que el empate contra los colombianos en el mundial después del tres cero del primer tiempo les supo mal. Más vale que el martes ganaron a Ecuador y pasan, lo cual produjo un gran bullicio en las calles, como si hubiesen ganado el mundial o les habrían subido el sueldo. Así que me decidí dar un paseo por la isla de al lado con una buena vista a la bahía y un monte majo.
Por si acaso he comprado una caña y sus utensilios por si habría oportunidad de echar un cañazo, que según Satrus están los ríos llenos de truchas y salmones.
Y lo más importante, he comprado un boleto para el viernes 18 a Puerto Natales a más de mil kilómetros, pero EN BARCO. Hace tiempo que lo venía pensando y es que ahora en Primavera está barato. Son 315 dólares, o sea 210 euros, en tres días de navegación con todo incluido, viendo sitios paradisíacos, vamos, como si fuera un crucero, y desde allá, a las Torres del Paine, a estirar las piernas con algún trekking.
Para esperar a susodicho día decidí ir a la zona de Hornopiren, antes Río Negro, en la carretera austral.
Me lo había aconsejado uno de los topógrafos de Chaihuin que hice migas y ver el parque de Pumalín, propiedad de Tomckins.
Al llegar me enamoré del lugar porque dió la casualidad de que hacía un atardecer espectacular y estaban las montañas nevadas vestidas de rojo y un mar cerrado por las islas, tranquilo. Eso fué un espejismo porque los días sucesivos no paró de llover, por lo menos como en Asturias. No obstante me moví por los alrededores y visité la entrada al Parque Pumalín en un paseo en barco de tres horas viendo fiordos, geisers, termas, y montañas al lado del mar todas nevadas. En fin, de ensueño. Dicen que es más bonito que Noruega. En la primera guerra mundial el crucero alemán Dresden se escondió en uno de los fiordos, que es muy cerrado, para evitar a la escuadra inglesa que le venía siguiendo.
Visité otro día, por invitación del chófer del bus, a las 7 de la mañana una zona con una peligrosa carretera parecida a las de Nepal que la hicieron los militares. Parece que está proyectado extender la carretera Austral lo máximo posible. Ya ayer que hacía buen día fuí al lago Cabrera a unas tres horas y media de camino. Rodeado de montes nevados y el volcán Hornopiden al lado, era espectacular. Allí había un pequeño cementerio dedicado a 29 trabajadores de la madera que murieron sepultados por la ceniza volcánica y que todos los años les hacen una conmemoración. También era impresionante los grandes árboles de Alerces que había, a pesar de la tala. La verdad es que ver tanta masa de árboles y tan grandes no me había tocado nunca. Me tropecé con un leñador que me indicó el camino. Le pregunté por los pumas y me dijo que ahora casi no se ven. Una vez iba a la cabaña  miró atrás y vió que un puma le seguía. Dice que al momento no tuvo miedo porque se fué cuando le vió, pero se metió en la cabaña y no salió en todo el día. Sin embargo me han dicho que en el Parque Pumalín hay muchos pero que no hacen nada.
Otro día que llovía fuí a unas termas en Colocolo. No había nadie para cobrar los 8000 pesos que valía entrar o sea que me salió gratis y si a eso le sumamos que volvía a dedo los 14 kilometros que hay fué redondo. Las termas estaban preparadas al estilo rústico y muy sencillas, pero me gustaron mientras llovía.
En casa la señora Oli me alojé, del hotel Hornopiden, el más viejo del lugar. Respiraba lo rústico de la  madera de Alerce con una vista preciosa sobre la desembocadura al mar del río negro, de los tres que hay, parece mas un lago que el mar ya que está cerrado por varias islas. Me contó y enseño fotografías de hace 29 y 19 años del pueblo, cómo empezó como un aserradero y ahora se dedican a la pesca, la cría del salmón y el turismo. El crecimiento ha sido importante y bastante gente ha comprado y  ha hecho su cabaña.
Me dijo el del bus que la parcela rustica estaba barata y la urbanizable no tanto pero también. Me han dado ganas de mirar pero en invierno hace mucho frío y después llueve mucho, aunque es tan bonito..... 

domingo, 13 de octubre de 2013

Chaihuin territorio Mapuche

Dos días en Chaihuin. Una playa inmensa, unos montes de alerces y otros árboles inmensos, un río maravilloso y unas casitas dispersas. Todo ésto me cautivó en territorio Mapuche. Una reserva natural y un parque nacional de 70.000 hectáreas en total en defensa del Alerce en la selva Valdiviana, milenarios árboles casi esquilmados por la explotación de las grandes madereras plantando en parte a cambio eucaliptos que no hacen más que empobrecer la tierra.
Fuí andando hasta Huiro, un poblado indígena a 8 kilómetros. Lloviendo a ratos llegué pero no tuve la oportunidad de hablar con nadie. Hice señas a unos niños de una cabaña pero sin respuesta. Algunas comunidades Mapuches son reacias a comunicarse con estraños y me han contado que las hay que no permiten la entrada a estraños hasta rechazar por ejemplo la mejora de su camino para mantener su formna de vida.
Pero no todos son así. La familia donde me hospedo me trata con respeto y con afecto. Con tres topógrafos de Santiago que están trabajando para el Gobierno Chileno en marcar un camino en la costa, estoy en casa de Antillanca, Doña Minna. Nos llevamos muy bien en abierta y animada conversación sobre Chile, Patagonia, el Pueblo Mapuche o el trabajo, y hasta participa Andrés el hostelero.
Un buen paseo por Cadillal Bajo y por el monte del Parque Nacional donde hay alerces de hasta 3500 años me ha permitido conocer a Figueroa, botánico de vocación que cría y vende bonsais, un personaje que le pega atodo y es un manitas; gran conversador me ha contado todo sobre los montes de la selva Valdiviana. Me enseñó donde vive en el pueblo de seis vecinos, sin luz y con un mal camino y me dice que si alguien va para allí lo visite para conversar.
!Qué río y qué playa! , solitaria ella donde lasolas rompen con fuerza de un Pacífico con mar gruesa. Allí me senté horas enteras después de caminar a ver y escuchar el mar y después me puse a leer.
En fín, dos días inolvidables a pesar de la lluvia

viernes, 4 de octubre de 2013

Valdivia

Pasé por Talca y aunque estuve dos días no hice gran cosa excepta claro está ver alguna bodega, que para eso había ido allí. Visité una en San Javier cerca de Talca. Era de tamaño medio, unos 7 millones de botellas al año, según me dijeron y funciona desde 1905.  Pagué 7000 pesos por visitarla y la bodega me pareció interesante, aunque sus medios no son tan sofisticados como hay en La Rioja o Navarra. Por ejemplo sus depósitos estaban al aire libre y no tenían ningún control de la temperatura cuando en invierno ha llegado a estar a 4º bajo cero. Me dijeron que el terremoto del 2010 había destruido parte de sus instalaciones con grandes pérdidas. A la hora de la cata de vinos me encantó uno Carmenere que la verdad no sabía que existiese pero parece que son unas cepas antiguas que por ejemplo en Francia las plagas en el siglo XIX las destruyeron. Riquísimo, era un reserva, con un buqué que se dejo en el paladar mucho rato y unos afrutamientos destacados. Compré tres botellas para bebermelas en Valdivia.
Y fuí a Valdivia, ! por fín ! el objetivo del viaje. Lleguè al atardecer y no medió casi tiempo más que de estirar las piernas en un paseo pues lo del alojamiento en esta ocasión lo había reservado por internet.
A la mañana siguiente a reconocer el terreno. Me recibió lloviendo y no ha parado pero aun y todo muy bien, claro con paraguas en la mano. Me entretuve bastante rato en el muelle fluvial con los corvoranes, leones marinos, alcatraces y otros bichos que estaban a lo que les echaban los pescadores en el mercado de pesca. un pescado super fresco y barato, por ejemplo a 3000 pesos, 4,5 euros, el kilo de merluza. Logicamente comí pescado.
A la tarde fuí a ver una fiesta mitin de la Nueva Malloría de Michelle Bachelet, del Partido Socialista.
Aquí en Chile las cosas no están nada bien y hay unas bolsas de pobreza importantes. La gente después de las movilizaciones de estos últimos años y sobre todo después de la HG del pasado 11 de Julio contra el Gobierno Piñeira está descontenta y esto pese a que el crecimiento en Chile ha sido importante en los últimos años. Lo que pasa es que quien se ha beneficiado de este crecimiento han sido sobre todo las grandes compañías y unas pocas migajas para la población.
Ayer estuve en una fiesta mitin de Michelle Bachelet acá en Valdivia. Las próximas elecciones son el 17 de Noviembre. Tenían previsto que irían 1000 personas. Pues fueron practicamente el doble. El ambiente que había era de entusiasmo y esperanza. Michelle se explayó, soltó un discurso con un lenguaje llano que llegaba a la gente y conectaba con ella, preguntando y respondiendo el público, lleno de promesas en todos los asuntos: Educación, salud, mejoras sindicales, pensiones, vivienda etc. etc. La cuestión del millón es de donde va a sacar todo ese dinero que se necesita para esas reformas y respondió que de una reforma fiscal, que pague más el que más tiene. Bien, pero para eso tendrá que meter mano a las grandes compañías sobre todo de la minería y a las 11 familias mas ricas de Chile que según Forbes están dentro de las 100 más grandes de Latinoamerica, y que han sido tan "patriotas" que gran parte de sus beneficios han ido a parar a los paraisos fiscales como Las Caimán.
La situación de la derecha de Alianza es desastrosa. Su campaña electoral está llena de obstáculos. La dan por perdida y han presentado a Matthei y no a Piñeira, el actual presidente, ya que esta desgastado por la movilización social de estos últimos años. Una parte de la propia derecha ni tan siquiera apoya la campaña como es el propio Piñeira.
Las encuestas dan como ganadora con un 44% a Bachelet, pero no sería descartable que se ampliaría el resultado pasando a ganar y en la primera vuelta
He visto a la gente muy animada y esto va a empujar al Bachelet una vez esté en La Moneda.
Estos días que vienen recorreré la zona hasta el mar e igual alquilo una bici si deja de llover.

martes, 1 de octubre de 2013

De La Serena a Valparaiso

Llegué a La Serena  por ser un sitioa medio camino hacia Valparaiso y porque daba al mar. Rapidamente encontré un itio para dormir y con unas condiciones aceptables  ya que por 10000 pesos tenía una amplia habitación. Allí pase dos días. La Patrona era maja y tubo un buen trato. Se apellidaba Vergara,  como el hostal y produjo un comentario sobre su origen.
Esta es una ciudad con bastante veraneante Chileno y algo internacional, sin embargo para mi pasó algo desapercibida, excepto el paseo hasta la playa y el faro. Tampoco tuve mucha relacción con la gente fuera de algún comentario.
Para las tres y media de la mañana salí para Valparaiso, pasando por Copiaco, o sea la ruta 5. En estos autobuses de dos plantas preparados para largos viajes te puedes casi tumbar y si no te duele nada, como a mi me pasa con la dichosa columna, estás sonñoliento casi todo el rato hasta que amanece.
Llegar a Valparaiso y todo cambió. Un taxi me llevó al hostal que había preparado. Es un hostal en un sitio céntrico pero no demasiado lejos de los cerros, lugares donde vive la mayor parte de la población. Se llama Hostal Costamantial, viejo de más de cien años pero con clase y limpio resistiendo todos los terremostos que ha habido en su existencia excepto alguna grieta ya arreglada. Esa  regido por Miguel , un santiaguero con carrera que ha tenido que recurrir a esto porque perdió el empleo y le gusta viajar y el contacto con los viajeros; de hecho hemos tenido charlas interesantes sobre diversos temas y además buena información de la ciudad. A la tarde a reconocer la ciudad tomé un bus y fuí a la aduana. Allí comí algo en un bar y estuve hablando con uno que me preguntó por la situación en España, no ha sido el único ni será el último, y otra vez en bus fuí a los cerros hasta plaza Bismark; andando llegué hasta la casa  museo de Neruda "la Sebastiana" de cinco pisos. Una vista excepcional de toda la bahía, como diría él, " parece que el Pacífico se ha puesto delante de la Sebastiana". En la visita se da cuenta uno de la vida del poeta chileno, las diversas épocas de su vida, y sobre todo su forma de vida. La verdad es que me pareció más la casa de un acomodado que la de un representante comunista. Toda ella está llena de objetos de colección, como cuadros, mesas, sillas, etc.
Bajé, no sin cuidado, por las empinadas calles de los cerros hacia el centro. Y digo lo de cuidado porque Valparaiso tiene un índice de paro del 50% y una delicuencia importante. De echo a las noches  todo el mundo sale en grupos  y con taxi o coches que los lleven a restaurantes o bares. Se ve bastante pobreza tanta o más que en Antofagasta.
Por la mañana fuí a visitar  la plaza Echaurren y el cerro Centinela. Como en todos los sitios que he estado en Chile la gente no es nada madrugadora sea día de fiesta o de labor porque hasta las diez o once no hay manera de echarse un café pues esta casi todo cerrado.  Allí me encontré con una persona que vendía artesanía y libros. Me fijé en ellos y había algunos con referencias al golpe de estado de Pinochet. Estuvimos hablando de política más de una hora porque él tenía un nivel importante. Terminé comprando un libro viejo que ha estado prohibido durante muchos años.
Como era fin de semana, el sábado estuve viendo un concierto de un grupo de rock en la plaza Bolivia, a tres cuadras del hostal. No había mucha gente pese a que era un grupo que a mi me gustó, sobre todo por    la originalidad de su música.
El domingo a la mañana cerraron el puerto porque había una marathon por todas las calles principales. Corrieron unos cuatro mil, que no está nada mal.
Por la tarde un paseo por el único sitio cerca del mar que se puede andar, ya que el resto de la bahía esta ocupado por los establecimientos del puerto. Este fue el puerto más importante que había en el pacífico hasta la apertura del canal de Panamá y también por la destruccion  que sufrió por el terremoto de 1906.
Aún ahora es el tercer puerto por carga de contenedores en el pacífico americano.
La verdad es que Valparaiso me gustó. Una vez me dijo Juanjo que no había que morirse sin ver Valparaiso.
Y pese a que ha cambiado,por los edificios modernos, su fisonomía mantiene un encanto que no he visto en otros sitios.
Y a la mañana siguiente rumbo a Talca al sur de Santiago a ver alguna bodega y a beber vino.